Este enclave natural, en el norte del país, está catalogado como Reserva de la Biosfera por la Unesco. Es una popular zona de excursiones por la espectacularidad de sus formaciones rocosas, con alguna de las rutas con tramos que transcurren por un sistema de pasarelas colgadas sobre las propias rocas. El otoño es uno de los momentos más especiales para visitar Seoraksan por la espectacularidad del cambio de color de las hojas. También podemos acercarnos a varias cascadas y entrar en una cueva.